Pocos como Ricardo Lezón para entender lo complicado que es transmitir, por encima de otras capacidades. Congoja, felicidad o entusiasmo, no importa, sencillamente generar todo un mundo en el que refugiarnos. A través de simples canciones.
El de Getxo, que ha desarrollado su talento y saciado su curiosidad durante más de quince años y seis discos al frente de McEnroe, decidía recientemente explorar otras posibilidades. Lo hacía primero junto a The New Raemon, encuentro del que nacía el emocionante “Lluvia y truenos” (Subterfuge, 2016); y más adelante tocaba probar en solitario. Así, “Esperanza” (Subterfuge, 2018) es la primera piedra de un nuevo camino en el que Ricardo Lezón explora otras posibilidades sonoras, revolviéndose una vez más ante la fama de cantautor melancólico. Y es que hay mucho en los abismos de sus canciones, pero sobre todo luz.