En la década de los noventa había un grupo llamado The Boo Radleys, en el que estaba Martin Carr como guitarrista y compositor, que pudo llegar a ser muy grande. Tocaban rock alternativo con influencias de los géneros musicales más importantes de aquella época: el britpop y el shoegaze. Publicaron fantásticos álbumes como “Giant Steps” (1993), el bombazo “Wake Up!” (1995) o el “C’mon Kids” (1996).
Cuando The Boo Radleys se disolvió en 1999, Martin Carr inició su proyecto nuevo en solitario con el nombre de Bravecaptain. Fue entonces cuando en sus trabajos comenzó a primar más la electrónica y por fin se atrevió a poner su voz. El resultado fue irregular, pero pronto comenzó a publicar singles y los siguientes álbumes: “The Fingertip Saint Sessions Volume 1”(2000), “Go with Yourself”(2001), “Advertisements for Myself” (2002), “All Watched Over by Machines of Loving Grace” (2004) y “Distractions”(2006).
Poco después, inauguró una nueva etapa como Martin Carr con un nuevo sello, publicando “Ye Gods (and Little Fishes)” (2009) y “The Breaks” (2014).