Si tuviéramos que definir este último vídeo de los Black Keys, le pondríamos un «inclasificable» y seguidamente nos sentiríamos aliviados de no tener que etiquetarlo, porque es de lo más extraño que hemos visto últimamente. No contentos con el vídeo que hicieron para la canción hace unos meses, han encargado al siempre polémico Harmony Korine su propia versión para Gold On The Ceiling. ¿El resultado? Pues a nosotros nos ha dejado bastante perplejos. Una suerte de Dan Auerbach y Patrick Carney en distintos tamaños, con un final que no es que le dé un giro a la historia (¿qué historia?) sino que es un completo sinsentido. Pero que sigan así, que al menos nos dan la oportunidad de hablar de ellos y de su magnífico El Camino.
Vía: Pitchfork