“Siempre juntos”, en su danés original Altid Sammen, así se titula el nuevo disco de Efterklang. Una oda a la colectividad y a la unión espiritual a través de la música. Premisa ideal partiendo de una banda que asume con naturalidad que todo esto debe ir mucho más allá del negocio. Que nos merecemos la bondad sin más motivo que el estar vivos. Por todo ello, el del martes prometía ser un concierto especial. En una noche lluviosa y definitivamente fría en Madrid, acudir al Teatro Lara al calor de los escandinavos sonaba a refugio soñado. Así se perfilaba esta nueva cita con la XV edición del 981 Heritage SON Estrella Galicia, siempre al acecho de las propuestas más arriesgadas e innovadoras.
Habían pasado siete largos años desde la publicación de su último disco de estudio como Efterklang, el celebrado Piramida (4AD, 2012), exceptuando por supuesto la ópera que registraban junto a The Happy Hopeless Orchestra en 2016. Cualquiera que se haya acercado a la música de los daneses habrá comprendido que su complejidad pueda llegar requerir de ciertas treguas creativas. Y así sucedía, solo que en este caso no se limitaron al descanso sino a sacar a relucir otro tipo de inquietudes con la puesta en marcha de un proyecto paralelo, Liima, junto al percusionista finés Tatu Rönkkö, publicando hasta dos discos. De regreso a la banda madre, el núcleo central que todavía forman Casper Clausen, Mads Brauer y Rasmus Stolberg decidía darle a su música una nueva vuelta de tuerca, pasando a cantar totalmente en danés y añadiendo instrumentación barroca a su habitual fórmula indie y electrónica.
Silencio absoluto y expectación en el Teatro Lara desde que la banda tomaba el escenario, pasadas las diez y media de la noche. En formato septeto, entre varios sintetizadores y guitarras, Clausen se situaba al centro marcando con su presencia el sosiego necesario para comenzar con la plácida ‘Hænder der åbner sig’. Su habil con mimo y calma, a base de repeticiones y ambientes estimulantes.
Hablamos de temas como ‘I dine øjne’ (en tus ojos), perfecto resumen de la esencia del grupo. Las miradas de Clausen hacia las primeras filas delataban esa búsqueda de complicidad con su audiencia, como parte activa de algún tipo de ritual profano. Más tarde incluso bajaría a cantar entre las butacas, con una respuesta muy positiva.
Las canciones de su último trabajo fueron las protagonistas absolutas de la primera parte del concierto, que obviamente también dejó espacio para mirar al pasado y rescatar piezas de su ópera (Leaves, the colour of falling) o de otros álbums. Clásicos como ‘Modern Drift’, quizá su tema más exitoso, perteneciente a Magic Chairs. Un disco con el que inauguraban en 2010 su propio sello, 4AD. Efterklang es una banda especial creada y aún formada por tres amigos de la infancia con la curiosidad intacta, en constante evolución. El martes se subían por tercera vez al escenario del Teatro Lara para conectar como solo ellos saben con un público que, de madrugada, de camino a sus hogares bajo la lluvia, supo haber asistido a un concierto mágico en el que durante unos minutos todo pareció importar mucho menos.
¿Te gustaría revivir el concierto? Aquí tienes el set list completo.