Por Bruno Corrales
La tarde en Madrid flaqueaba y amenazaba lluvia intensa en esta primavera inestable. Pero qué es un poco de mal tiempo cuando sientes la llamada del blues del desierto. Vieux Farka Touré volvía a la ciudad en una nueva gira española con paso por Granada y que esta noche llega a A Coruña. El músico, maestro de las seis cuerdas a pesar de su juventud, celebra diez años en los escenarios de medio mundo poniendo a Mali en el mapa por las mejores razones posibles. Música y libertad, la libertad de alguien que se resistió a su destino para abrazar su verdadera pasión, y cuyo esfuerzo nos llega multiplicado de vuelta con apasionantes composiciones en las que blues, rock y toques de funk o reggae se entrelazan para formar un estilo propio.
Vieux Farka Touré regresaba para seguir presentando «Samba», su trabajo más reciente y un reencuentro íntimo consigo mismo. Ojo, nada que ver con la música brasileña. El término sirve para denominar a los segundos hijos en lengua songhai, y él lo es nada menos que del legendario guitarrista Ali Farka Touré, así que de algún modo estaríamos hablando de un nuevo disco homónimo diez años después del primero. Así, el guitarrista volvía a nuestros escenarios aunque de un modo diferente, pues tras una grata experiencia en Inglaterra presentándose en solitario adoptaba como posibilidad el formato acústico en espacios reducidos. Una nueva manera de disfrutar de su música de cerca, sin artificios. En el caso de Madrid, nos desplazábamos hasta el Nuevo Teatro Alcalá, donde una íntima sala 2 localizada en su sótano se convertía en el espacio perfecto en el que una serie de afortunados/as vivirían hora y media de clase magistral.
Una parte de ese público, seguramente la mayoría, conocedor de la trayectoria del magnífico guitarrista africano, disfrutaba con esta nueva perspectiva que ofrece un formato tan íntimo y recogido. Otra, formada por curiosos y profanos, pasaba los minutos con la boca abierta tratando de asimilar y aceptar que todas esas notas pudieran salir de un solo hombre y de su guitarra. Asumiendo que el estilo, blues, folk o como queramos llamarlo, no es el que nos ha venido dado por influencia anglosajona pero resulta tan auténtico y real como el de los pioneros. Todos compartimos esa mezcla de disfrute y aprendizaje mientras el músico, muy comunicativo en francés con los allí presentes, hacia un repaso a su trayectoria (“Ay Bakoy”, “Fafa”) sin dejar de presentar las canciones, todas nuevas, del reciente Samba. Caso de “Ni Negaba” o “Mariam”.
Con el concierto llegando a su fin, el de Mali animaba al público a levantarse de los asientos y acercarse un poco más, creando un gran momento de comunión y baile al son de “Wale”, con el músico poniéndose también en pie sin dejar de sacar notas de su guitarra. No habría bises pero aquel tampoco sería el final, regalándonos para poner la guinda a la noche una sentida “Na Maimouna Passouniamba”. Uno de esos conciertos especiales, para no olvidar.
Dale al play para disfrutar de Vieux Farka Touré.
