Quien no haya oído hablar de los guipuzcoanos Delorean está dejando escapar un testimonio vivo en la evolución de la música independiente de este país en las dos última décadas. Llevan desde el año 2000 reflejando esa transición que ha conducido a muchas bandas desde sonidos más rock hacia la electrónica, enfocándose de alguna forma en propuestas más bailables.
Transformando camaleónicamente su sonido desde el oscuro pop, post-punk que marcaban sus orígenes, allá por 2001, cuando llegó su primera referencia, «Silhouettes», donde dejaban reminiscencias de bandas ochenteras como The Smiths o New Order, virando hacia lo rítmico de su actual propuesta donde queda clara su pasión por los sintetizadores y la electrónica que se saborea en sus siguientes álbumes.
Son ya seis los álbumes de estudio los que conforman la discografía de la banda tras su reciente «Muzik» (2016). Su éxito traspasó fronteras, sobre todo a raíz de su cuarta referencia, el celebrado «Subiza» (2010). En nuestro país, deben quedarles pocos festivales o escenarios que patear ya que podemos estar hablando de una de las carreras más importantes a nivel estatal de los últimos 15 años. Un nombre a subrayar con bolígrafo rojo.
