Texto: María Martín-Consuegra
Nadie (o muy pocos) iba a decir que después de las desastrosas sesiones de grabación de “Munki” (1998) volveríamos a ver los hermanos Reid juntos en un estudio de grabación. Eso ha sucedido. Pero no solo eso, además se han inmerso en una gira mundial que este domingo llegó hasta Madrid de mano de SON Estrella Galicia.
The Jesus and Mary Chain han regalado a su heterogéneos seguidores, a aquellos que ya peinan canas pero también a esos otros que escuchan su música en YouTube, “Damage and Joy”. Un regreso que incluye canciones nuevas y otras compuestas hace años pero que no llegaron a ver la luz bajo el sello de Jesus and Mary Chain. Un ejemplo, “All things pass”, que los de Glasgow lanzaron en 2008 coincidiendo con una intermitente reunión que no llegó a mayores, y que fue incluida en la serie de ciencia ficción estadounidense “Heroes”.
Diez años después, ese “All things pass” recibe otro tratamiento en el disco, y es llevado al directo con agresividad, ruido y distorsión. La misma que se vivió este domingo en la capital. En una abarrotada Riviera que sonó como ¿quizás nunca antes había sonado? Junto a ese tema, abrieron el concierto otros de “Damage and Joy” como “Always sad”, “Mood rider”, “War on peace” o “Amputation”. Esta última (que también abre su último trabajo) fue la primera del repertorio de los escoceses, pero no fue la primera de la noche. Ya que minutos antes pudimos escuchar la propuesta de los pamploneses Monte del Oso.
Con la certeza de estar viendo un concierto histórico, el público cantó y saltó toda la discografía de aquellos que en su día abrazaron la virulencia sónica de grupos como la Velvet o los propios Sex Pistols. En un Reino Unido gobernado por las políticas de Margaret Thatcher, The Jesus and Mary Chain querían romper con todo. De ahí que fueran abanderados de un rock vanguardista, nihilista, completamente destructivo pero lleno de melodías pop.
Y eso exactamente es lo que sonó anoche en La Riviera. Veinte años después, el grupo, que fue más bien parco en palabras, sigue siendo ese referente de tantas y tantas bandas que se rindieron a su sonido. Sin ir más lejos, no faltó en el set list “Head on”, tema que versionarían de manera suprema Los Pixies en los 90.
Al igual que en el disco se ha dado rienda suelta a la aparición de voces femeninas, encontramos en él a Sky Ferreira, Isobel Campbell, Linda Fox (hermana de los Reid) o Bernadette Denning (novia de William Reid); en el directo tampoco faltan esos coros que brillaron en momentos especiales como “Just like honey”. La canción incluida en el revolucionario “Psychocandy” de 1985 y que Sofia Coppola rescató en 2003 en la escena final de “Lost in translation”, abrió la veda a los bises y con ellos llegaron auténticos himnos de los 80 y los 90.
Las gargantas de casi 2.500 almas que, quién sabe si volverán a ver a los Reid juntos de nuevo, vibraron al unísono con “You trip me up”, “The livind end”, “Taste of cindy” o, inigualable final, “I hate rock and roll”. Lo que venga después de estos conciertos, nadie sabe. Ni ellos si quiera. Habrá que vivirlos de manera única, especial. Porque lo merecen y por lo que pueda pasar. O no pasar.