Un entorno paradisíaco y de acceso muy restringido durante el resto del año. Un cartel desconocido pero avalado por premios como “Mejor festival de pequeño formato” en los premios Fest de 2015. Y sobre todo una experiencia. Con esos ingredientes difícilmente podíamos resistirnos a disfrutar un año más de Sinsal SON Estrella Galicia. Desde el viernes y hasta el domingo la Isla de San Simón, en Redondela, ha acogido la XIII edición de un evento que traspasa los límites de lo musical y rompe con todos los cánones festivaleros de nuestro país: al ya citado desconocido cartel se suman otras características que lo hacen único en su especie como el horario diurno (a las 22:00 horas el público tiene que abandonar la isla) o que la única manera de entrar o salir del enclave sea a través de un barco. Algo muy bucólico, casi de cuento, que en términos logísticos lo hace muy complicado.
¿Que cómo vamos a llegar hoy hasta @Sinsalaudio ? Pues como lo hicimos ayer… en barco ⛵😍 #sinsalSONEG #felizsabado pic.twitter.com/2W98dqZrQw
— SON Estrella Galicia (@SON_EG) July 23, 2016
Pero, lejos de presentarse como inconvenientes o dificultades, son esos factores los que convierten, y han vuelto a convertir Sinsal en el festival al que todo el mundo debería ir una vez en la vida. En la isla de San Simón todo se trata con mimo, desde los cuidados postres o cócteles que se ofrecen para endulzar la jornada, hasta la cerveza bien tirada (los verdaderos amantes de la cerveza sabrán de qué hablamos) pasando por comida ecológica, helados o vinilos.
Sinsal SON Estrella Galicia es un festival que va más allá de la experiencia musical, que, por supuesto, es la base de un encuentro que este 2016 ha agotado todas las entradas disponibles por primera vez en su historia, y que nos ha permitido disfrutar de grupos que de otra manera habría sido complicado ver. Los ejemplos los encontramos en todas y cada una de las bandas que han pasado por el festival. El rock crudo de las portuguesas Pega Monstro, el post rock y la psicodelia de Rangda o la impecable propuesta del venerado músico de culto Marc Jonson, presentando una reinterpretación de su primer álbum de 1972 “Years”, que ha sido reeditado últimamente, fueron algunos de los directos del viernes. A lo largo de estas tres jornadas también ha habido apuestas por la escena electrónica. La de nuestro país representada en el tropicalismo de El Guincho, la de Nueva York encabezada por Dan Deacon y la rave diurna que montó en el escenario SON Estrella Galicia el sábado, la escena electrónica de Chile apoderada por Matías Aguayo que se encargó de cerrar por todo lo alto la segunda jornada y el halo electrónico de Islam Chipsy & EEK, desde El Cairo.
Así se las gasta #Dandeacon en @sinsalaudio Él pide y el público obedece ??? #sinsalSONEG A photo posted by SON Estrella Galicia (@sonestrellagalicia) on
Aquí @donmatiasaguayo marcándose una Señora sesión en @Sinsalaudio #sinsalSONEG 🎧🎧🎶 pic.twitter.com/5mTOkFYgVP
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"Hiperasia" de @el_guincho sonando en todas sus formas y variantes en @Sinsalaudio #sinsalSONEG 🍺🍺 pic.twitter.com/0IISTCCxDN
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Cruzando el puente del islote principal de la isla, y dirigiéndonos hasta otra pequeña isla aledaña, pudimos participar de la magia de la argentina Juana Molina, que repitió actuación sábado y domingo. En ese mismo lugar presenciamos la exuberancia bien entendida de la ganadora de un Mercury en 2015, Eska.
Oh, Juana ? #sinsalSONEG @sinsalaudio A video posted by SON Estrella Galicia (@sonestrellagalicia) on
Los amantes del rap deslenguado y sarcástico made in Galicia disfrutaron casi por encima de sus posibilidades con Malandrómeda, que con sus homenajes a Eva Nasarre incluidos hicieron moverse hasta a los más reacios que a esas horas de la tarde andaban reposando la comida tirados plácidamente en el cesped y degustando la sandía y el melón que diferentes miembros de la organización ofrecían para paliar las altas temperaturas.
El rap electrónico galego de #malandromeda tomando @sinsalaudio en estos momentos #sinsalSONEG #riasbaixasfests ?? A video posted by SON Estrella Galicia (@sonestrellagalicia) on
#malandromeda poniendo en pie al personal en @sinsalaudio Momento #evanasarre #sinsalSONEG ? A photo posted by SON Estrella Galicia (@sonestrellagalicia) on
La pequeña gran familia de Sinsal también acogió los directos de los catalanes Extraperlo, las percusiones y metales de Sons of Kemet, el folk jazz desde Boston de Ryley Walker, la ironía de Joan Miquel Oliver y sus surfistas de mierda, las propuesta de ALA.NI o el tropicalismo afrobrasileño de Bixiga 70. Las bandas de Francia que han pasado este año por el festival han demostrado que el país vecino está a la última en eso de hacer bailar. Lo hicieron el viernes los parisinos We are match, que cerraron los conciertos de la primera jornada de Sinsal. Y lo corroboró el tecno melancólico de Domenique Dumont.
Si estás en @sinsalaudio y no estás moviendo los pies (y las caderas) con @wearematch , háztelo mirar #sinsalSONEG ??? A photo posted by SON Estrella Galicia (@sonestrellagalicia) on
En la zona de músicas escondidas aún nos esperaban sorpresones. El mayor de ellos (que nos perdimos muchos de los allí presentes) fue la actuación de Amaro e Iván Ferreiro junto a Nico Pastoriza el sábado. En Sinsal todo es posible. Aunque a veces no llegues a tiempo de verlo. En ese mismo lugar, un poco más tarde, vimos atardecer junto a Best Boy. Descubrimiento que nos trajimos de nuestra visita a Atlantic Fest y grata sorpresa en este Sinsal.
Ahora el mayor de los Ferreiro (@ivanferreiro) quien acompaña a Nico Pastoriza (@nicopastoriza) en el @Sinsalaudio pic.twitter.com/CqOqKI5B8F
— Dawidh (@elmundodedawidh) July 23, 2016
De verdad que no se nos ocurre una forma mejor de acabar el día en @Sinsalaudio GIGANTES @BestBoy_Band #sinsalSONEG pic.twitter.com/7Ng67LlT7Y
— SON Estrella Galicia (@SON_EG) July 23, 2016
Un año más Sinsal se desmarca de cualquier otra propuesta similar y lo hace de una manera que también está sirviendo para dar un uso más dulce y sostenible a un lugar que a lo largo de su historia ha pasado por diferentes etapas: fue un monasterio, un lazareto (hospital donde se trataban enfermedades infecciosas) y desde agosto de 1936 hasta su cierre, un centro de represión franquista. Desde 1999 está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). Y es que la historia del Sinsal está irremediablemente unida a sus gentes, las que forman parte directa del festival, pero también las que de una manera u otra contribuyen a que sea posible. Como el caso del taxista de Vigo que se emociona al recordar cómo su madre le hablaba de la isla, a la que llamaba “Lazareto”, cuando era pequeño. O la del camarero del puerto de Cesantes que mientras esperas al barquito que te acercará la isla te sirve una Estrella de Galicia bien fría y te cuenta que él nunca ha estado en la isla.
@SON_EG gracias por el festival más guay que os habéis montado. Espero el año que viene poder repetir. pic.twitter.com/HFxcWyr30i
— Franky Baker (@FrankBakerTW) July 24, 2016
Vaya descubrimiento el @Sinsalaudio, menuda maravilla! Tal vez el festival más flipante en el que he estado👌🏻 pic.twitter.com/EM9TrFSIhc
— Pablo Sotelo (@pablosotelog) July 24, 2016
Cada persona, cada música, cada elemento directo e indirecto es imprescindible para conseguir el ambiente de encanto que cada año atrae a más gente a la Isla de San Simón. Gente que al marcharse del Sinsal lo hacen con el “orgullo” y el placer de poder decir “yo estuve allí”.
Nos vamos enamorados de todo lo que hemos visto y vivido en el @Sinsalaudio 😍❤🔝🔝🔝👏👏👏 #sinsalSONEG pic.twitter.com/SRKCFTg7Y6
— Nokton Magazine (@NoktonMagazine) July 24, 2016