Texto: Isaac Predouzo
Sería muy injusto desgranar un concierto tan solo en canciones, sobre todo este concierto. No sé que tiene el American Autumn SON Estrella Galicia que sigue siendo capaz de voltear cabezas, será que nunca es lo mismo pero casi siempre es igual.
El escenario era el habitual, el que todo el mundo espera. Silencio sepulcral en el Café & Pop Torgal solo interrumpido por algún tímido tintineo del hielo entrando en el vaso, o por el zumbido del vuelo de una mosca que se coló para ver qué pasaba allí abajo. Y sucedió, otra vez, como ya lo había hecho antes.
Courtney Marie Andrews, cerveza en mano, subió el pequeño escalón del escenario que no siempre es capaz de separar público y artista y, de pronto, el calor húmedo de septiembre parecía venido de Phoenix. Lo confirmó ella en sus primeras canciones. La manera en que, con los ojos cerrados y sin perder la sonrisa eterna, interpretó Border a golpe de guitarra asemejaba a una declaración de intenciones: he venido a enseñaros de donde vengo. Y la mosca que no se iba.
Courtney, de voz prodigiosa y ejecución excelsa, nos robó con descaro y sin ninguna mala intención una hora (y pico) de nuestras vidas. A veces sentada en teclado, otras de pie con su guitarra. Para cuando nos regaló May Your Kindness Remain -canción que da título a su último álbum- ya no importaba lo que sucedía afuera, ya nadie se acordaba de que en algún momento tendríamos que volver de nuevo a casa. Por favor, que no se acabe la película.
Al fondo de la sala, su abuela -osada pipa y acompañante de 85 años- la observaba como si no hubiera nadie más alrededor. Tarareaba Kindness of Strangers tímida, como si fuese la primera vez que la escuchaba, y me miró sonriente, plácida del mismo modo que yo miré a mi sobrino por primera vez.
Y así el silencio se volvió más silencio. Y alguien se acordó de Damien. Courtney se acordó de su primera furgoneta, «little orphan vannie». Y yo me acordé de que era injusto desgranar un concierto en canciones, pero que si algo le sobraba a Courtney era eso: canciones. Se detuvo por dos minutos. Los que duró el aplauso ensordecedor que pedía alargar la tarde un poco más.
Se asomó de nuevo al escenario con Near You. Es canción que todos quisimos componer. Volvimos a casa. Creo que la mosca sigue revoloteando por allí por si acaso Courtney decide volver.