Suenan los primeros acordes de “La isla”, de Dorian, tema incluido en “Justicia Universal”, el último disco de la banda barcelonesa, y las 400 almas que esperan en el Náutico de San Vicente do Mar comienzan a rugir al ritmo de “Y buscamos en las calles / Las peores tentaciones / Y bailamos hasta el alba / Más de doscientas canciones”. La de hoy es una noche especial, para cantar 200 canciones, o las que hagan falta, en esta pequeña sala de conciertos escondida en lo que parece ser un chiringuito de playa en mitad del Grove. La gira del décimo aniversario de SON Estrella Galicia llega a su cuarta fecha y, como ya sucediera con el anterior concierto, el de José González en el Teatro Lara, lo hace con todo el papel agotado.
Al otro lado de las vallas que separan la playa de la Barrosa de la sala, otras decenas de personas quieren unirse a la fiesta y ahora corean “Noches blancas”, que abre el último disco de Dorian. Eso de “Hu-uh-uh-uh-uh-uh / Hu-uh-uh-uh-uh-uh, uh, uh, uh” confirma, ya desde la segunda canción que, efectivamente, estamos ante uno de los conciertos del verano y también uno de los más especiales.
No estamos acostumbrados a ver a una banda como Dorian en un aforo tan reducido como el del Náutico y eso la formación (que en las próximas semanas tiene conciertos en destinos como Los Ángeles), lo sabe, y ha preparado un set list más que personal “Hemos seleccionado un repertorio especialmente para vosotros, para que todos juntos hoy seamos una gran familia”, exclama Marc Gili justo después de dejar sin aliento al personal con “Verte amanecer”.
Es justo en ese momento cuando somos conscientes de que lo de Dorian son himnos más que canciones y que en sus 15 años de trayectoria han facturado una buena lista de ellos. Y no podemos evitar sentirnos afortunados porque esta noche están sonando muchos de ellos en el entorno privilegiado del Náutico: “El temblor”, “Los amigos que perdí” y de repente llega “A cualquier otra parte”…
Se desata la euforia y aparecen en nuestras cabezas los recuerdos de lo que estábamos haciendo en 2007, cuando esa canción apareció en nuestras vidas: el viaje de fin de carrera, esas noches de piso de estudiantes, aquel Erasmus en Malta… Es entonces cuando alzamos nuestras Estrella Galicia al aire y nos sumergimos más aún (si es que eso es posible) en el envolvente sonido de una banda que ha conseguido aunar de una forma elegante, característica y que los define a la perfección, new wave, electrónica e indie rock.
La recta final del concierto la protagoniza un apoteósico “La tormenta de arena”, a.k.a “Todo lo que siento por ti”: camareros bailando sobre las barras y euforia desatada que son la antesala de uno de los regalos más bonitos de la noche, una delicada adaptación de “Tristeza”.
El tema,más cercano a la versión que incluyeron en “Diez años y un día”, que a la acelerada versión original que se incluyó en su día en “La velocidad del vacío” es la señal definitiva de que Dorian se han encontrado cómodos en el escenario del Náutico. Toca volver a brindar, en esta ocasión, por otros diez años más de SON Estrella Galicia.