Por: Elisa Iglesias
Lentamente nos acercamos al invierno y el cambio de estación en Ourense implica el fin del American Autumn Son Estrella Galicia. El Café Pop & Torgal nos tiene mal acostumbrados y a veces se nos olvida el lujo que es disfrutar de un ciclo musical de estas características en un ciudad que hasta hace un par de lustros era invisible para muchos artistas. El elegido para poner el broche de oro a la presente edición del American era Elvis Perkins. Hijo del malogrado protagonista de Psicosis, este americano criado entre Los Angeles y Manhatan heredaría de su padre, gran pianista y fan de Elvis Presley (de ahí su nombre) el amor por la música. El punto de inflexión que finalmente lo llevaría a publicar su primer disco en 2007 será el traumático fallecimiento de su madre, la fotógrafa Berry Berenson, en el vuelo 11 de American Airlines durante los atentados del 11-S.
A priori, lo lógico sería esperar a un artista triste y apagado. Nada más alejado de la realidad. Un Torgal abarrotado para la última recibe a un Elvis de trajeado con porte de estrella de Hollywood. Sin banda, con guitarra electroacústica y armónica, entona “I’ll be arriving” de su segundo álbum “Elvis Perkins in Dearland” (2009). Sin dramatismos nos traslada a “Ash Wednesday”, primer disco con el que asombró a la crítica en 2007 de la mano de “It’s only me” y “All the night without love”. Adiós a la americana y al gorro, del calor de las termas al calor del público del Torgal. Del “Mother’s bones” y “All today” de “I Aubade” de 2015 nos muestran la faceta más folk de un Perkins comparado con Bob Dylan o Elliott Smith y la más ecléctica de sus dos últimos discos. Estamos en el casi en el ecuador del concierto. Volvemos a la americana de “Elvis Perkins in Dearland” primero con “Chains, chains, chains”. “Shampoo” suena al gran clásico que es y “Doomsday” nos transporta a los Estados Unidos de rancheras, sombreros, botas y carreteras infinitas. La rítmica “I heard your voice in Dresden” nos deja intuir meses de gira y morriña. Elvis pide perdón por Trump; no hay artista norteamericano que no pise el Torgal últimamente y no tenga el mismo gesto. Así nos presenta su colaboración con Sam Cohen, “There go the Nightamericans” canción destinada a recaudar fondos para los colectivos más afectados por las políticas del gobierno de Trump. La noche finaliza con la descarnada y sencilla “While you were sleeping” de “Ash Wednesday”. Siempre nos quedamos con ganas de más American Autumn.