Por Elisa Iglesias Gil
Esta era la tercera vez que teníamos la oportunidad de ver a Will Johnson sobre el escenario del Café & Pop Torgal. Las dos anteriores dentro del American Autumn SON Estrella Galicia en el año 2012 junto con Craig Finn y Patterson Hood, y en solitario en 2015. El texano artífice de bandas como Centro-matic o South San Gabriel no dudó en cerrar su gira de conciertos por la península en el Torgal que sigue celebrando su 15º aniversario con éxito.
Un domingo cualquiera, una tarde de fútbol y de calles desiertas Will Johnson nos traslada a su particular imaginario de delicadeza y fuerza. El otoño se asoma por su garganta, “You will be here, mine” del álbum “Scorpion” (2012) en un silencio casi sepulcral, solo se cuela el murmullo de cascos de cerveza. De “Swam city vampires” (2015) caen “Nameless, but a lover”, “You vs off the Cuff”. Johnson es una guitarra y una voz rasgada, desnudos ante un micrófono. No necesita más para emocionar de manera personal. Te podrías cruzar con él por la calle o en un aeropuerto, una gorra, seguramente de béisbol, unos vaqueros y unas botas, y no reconocerías al prodigio de la música que esconde. Ahora se dirige al público y agradece a los Pedrouzos haberlo traído una vez más al Torgal. Es un cariño honesto como su música.
Se acuerda de Jason Molina fallecido en 2013 y nos ofrece un par de temas de su disco conjunto “Molina and Johnson” (2009). Dan ganas de sentarse y escuchar con los ojos cerrados. De Centro-matic sonarán grandes éxitos como “I, the kite” o la roquera “Flashes & cables”. Con “I feel too young to die” y “Smelling medicinal” de su otra banda South San Gabriel los vítores y los aplauso crecen; nadie se quiere ir a casa. “Tangle for the less” del álbum “Little raider” (2011), “Every single day of Late” de su disco más reciente, “Hatteras night, a good luck charm” nos acercan al momento más íntimo de la noche.
Johnson se abre en canal y nos cuenta que no sabe nada de su hermanastro, para él su hermano, desde hace cuarenta que se alistó en el ejército y sus padres se divorciaron. Le dedica una canción, agradece nuestra presencia a pesar de ser domingo y cierra el concierto con “Just to know what you’ve been dreaming”, LP “Vultures await” del 2004 y “The watchman” , también de “Swam city vampires” entre otros. Y de la misma forma que llegó al Torgal, lo deja, humildad hasta la médula.