La noche ha decidido ponerse desapacible. Arrolla por minutos en A Coruña y el frío ha convertido las calles en pequeños congeladores. Pero los chicos de Tachenko depliegan sus cálidos «Festivales de la Fe» en la Sala Mardi Gras, y aquí la temperatura es confortable, como el sonido.
«El Comportamiento Privado» se ha convertido en todo un fenómeno. El sonido de Tachenko es un bálsamo pop magistralmente medido, y su directo está cronometrado para resultar habitable hasta para quienes no les conocen. Quizás menos guitarrero que sus anteriores trabajos, pero excepcionalmente preciosista y cargado de intimidad -sonora y figurada-.
Una década después de que aquel capullito de El Niño Gusano diese alas a la mariposa que es hoy Tachenko, la banda edita un disco redondo y mágico que en directo se transforma. Un aire fresco en su pop preciosista y calmado que añade cierto ritmo guitarrero.
El público empieza a caldearse con «No Tenemos Nombre«, aunque es con «Estilo Internacional« con el que se rompe el hielo.
«Nuestro último disco va del comportamiento privado, como su nombre indica. Y esta canción, «Mentes Maravillosas«, nos la dedicamos irónicamente a nosotros mismos», apunta Sergio Vinadé con cierta ironía ante un público entregado, que termina de arder coreando «Fuego». «Este es el tema que cierra el disco» explican los Tachenko mientras empiezan a sonar los acordes de un tema que en coge sin duda nuevas dimensiones en directo.
El concierto baja revoluciones suavemente con «Otra vidas«.
«Me va a ayudar con la guitarra Rafael Domínguez«, anuncia Sergio Vinadé. «En realidad él es mucho mejor guitarrista que yo, y en realidad toca esta guitarra para que yo pueda hacer el imbécil», sonríe mientras da pie a los primeros acordes de «Midas«. En las primeras filas el público acompaña a la banda saltando animadamente «‘me equivoqué con total exactitud«.
«Vamos a hacer otra canción muy bonita de tocar… Bueno a mi me gustan todas pero no me lo tengáis en cuenta, para eso me he montado un grupo«. Arrancan «Las Claves».
«Más Madera» es sin duda uno de los temas estrella de «El Comportamiento Privado«, y con él cierran el recorrido por el nuevo trabajo de la banda, abriendo la segunda parte de concierto, que arranca con «Huracán» mientras la sala entera corea un tema clásico que se ha convertido ya en un himno.
» Soy el último eslabón, el antes y el después…» «La Resistencia» empieza a marcar el camino por el que el directo cerrará filas. Y quienes ocupan las primeras en la Sala Mardi Gras están saltando al ritmo de un tema cuyas guitarras demuestran la maestría en directo de una banda capaz de hacer de los coros un ente diferenciado, demostrando una compenetración sobre las tablas de la que solo pueden hacer gala quienes llevan la profesión en el ADN y tienen la suerte de compartirla con quienes les entienden.
«Siempre que venimos a Galicia el camino se nos hace muy corto, aunque suene a peloteo» explica Vinadé mientras termina de presentar a la banda y arrancan los primeros acordes de «Amable«.
El momento más eléctrico llega con «Levántate» y su arranque imparable. El concierto enfila sus últimos temas y la batería parece dispuesta a no dar tregua a quienes disfrutan saltando irrefrenables en las primeras filas.
«Suerte y Relámpago» y «Escapatoria» cierran el directo «porque nos vamos a ir por ahí a tomar algo» bromean (o no, quién sabe) los chicos de Tachenko. Aunque, como no podía ser de otro modo tras semejante directo, entregado y visceral, los gritos de «otra, otra» hacen resurgir a la banda para regalar dos «bonus track» muy esperados: «Volcán» y «Dame una Pista«.
Hora y media después de arrancar el concierto Tachenko han demostrado que su década de vida y éxito no es fruto de la casualidad, y el público se despide de la calidez de su pop de claroscuros luminosos para volver al frío helado de la noche coruñesa. Pero con el corazón caldeado, que es lo que cuenta.