Casi con lágrimas en los ojos se dirigía por última vez la de Reims al entregado público de la sala El Sol de Madrid: “I’ll be back”. Así, como Terminator, Jeanne Added abandonaba el escenario tras haberlo puesto patas arriba, haberlo sudado y haber levantado una energía incomparable tras un concierto de una hora exacta de duración. La oportunidad de ver a la francesa en directo, en un ambiente tan cercano como el que propicia El Sol, era incomparable para todos los franceses que, casi como representación del país vecino, se congregaron en la sala madrileña. Era la primera vez que la multi-instrumentista pasaba por España, y lo hacía tras haber llenado escenarios multitudinarios en su Francia natal.
La velada francesa comenzaba de una manera mucho menos electrónica y experimental. Tocaba como telonera la andaluza Virginia Maestro, acompañada tan solo de Toni Brunet como segunda guitarra. Un directo desnudo y cargado del sentimiento country más puro de Nashville y la voz soul de la anteriormente conocida como Labuat. La compositora se ciñó con desparpajo y sinceridad a su último trabajo, “Blue Bird” (Industrias Bala, 2015), descubriendo varios de los secretos ocultos tras canciones tan aparentemente inofensivas como “Candy Conditions”.
Brutal contraste entre el directo acústico y guitarrero de la Maestro y el pop sintético, repleto de juegos rítmicos, armónicos, de sintetizadores y pedales de distorsión, de loops imprevistos y la espectacular voz de Jeanne Added. Empezando sin distracciones con la canción que da nombre a su primer LP, “Be Sensational” (Naïve, 2015), la francesa cogía confianza por segundos, lanzándose incluso a pronunciar unas palabras en español: “Yo no sé español pero muy contenta de estar aquí”. Desde ese momento, toda su interacción con el público – que fue mucha – se produjo en francés y en inglés. “Miss It All” servía para afianzar aún más la energía de la de Reins, que no paraba de saltar – “It’s time to exercise!” bromeaba sin dejar de contorsionarse sobre el escenario -, bailar y pasar de melodías armónicas de ritmos brutales, casi como los del latido de un corazón, a frases prácticamente rapeadas. Del trance sintético al más puro hard rock; del hip hop a la armonía vocal a base de loops y coros. Con “A War Is Coming” se producía la locura de ver a todo el público del Sol bailando animados por la mirada de hielo de Added. Recuerdo especial para todos los asistentes aquel en el que la compositora (formada musicalmente en el conservatorio desde que contaba 7 años) cogió su copa y bajó a brindar con todos aquellos que quisieron chocar sus cristales con ella.
La atrevida propuesta pop-rock de la que ya ha sido comparada con otras grandes como Björk o PJ Harvey cuajó de lleno ante una audiencia ávida de la experimentación sonora. Con “Night Shame” – un bis que se hizo esperar – la inagotable energía de la francesa se convertía en comunión, y su voz rasgada transitaba al soul espiritual. Se despedía Jeanne Added prometiendo volver. Más le vale cumplir con su palabra.