“Esperemos que en el año 2060 haya festivales solo de chicas, pero porque nos apetece, no porque haya que reivindicar nada”. Con estas palabras, tan confusas como contundentes, cerraba Anni B. Sweet el primer día del She’s The Fest SON Estrella Galicia. Un festival dedicado al talento femenino, ese que pese a ser evidente y abundante, ocupa “menos del 10% del line-up de un festival independiente” en nuestro país. En menos del 10% de la cabecera de un festival hay, al menos, una mujer. Deprimentes cifras cuando, a la vista está –bien patente quedó durante esta jornada — la capacidad y el arrojo del género femenino es tan loable (y bailable) como el masculino. Un talento femenino que, enmarcado dentro del acogedor espacio de Las Naves de Valencia, no hacía sino provocar en un público atento y conocedor, conversaciones que, más que de género, trataban de música. De buena música.
A las cuatro y media de la tarde se abrían puntuales las puertas de Las Naves de Valencia. Sería la vigitana Nuria Graham la encargada de dar los primeros acordes en directo dos horas después. Hasta entonces, una interesante charla con la productora de cine Paloma Mora se desarrollaba en el espacio de la Biblioteca; así como un taller de arquitectura para niños en otra de las salas. Aquellos que preferían esperar al directo con una buena Estrella Galicia entre las manos — las había de todo tipo, desde reserva 1906 a las más normales –, disfrutaban de la pinchada de Señorita Storm DJ en la Terraza, a la que sucedería DJ Kathleen Hanna y, para cerrar, Gratis! DJ ya de madrugada.
En el Escenario SON Estrella Galicia, la catalana-irlandesa Nuria Graham daba el pistoletazo de salida a los directos del She’s The Fest. Con una voz que casa a la perfección con el sonido de su guitarra eléctrica, en conexión constante con los pedales de distorsión que acompañan siempre a la pelirroja y entre un silencio sepulcral, casi religioso, el “Bird Eyes” (El Segell del Primavera, 2015) de la vigitana sonó potente e intenso. También la particular cover de la canción de Britney Spears “Toxic”, adaptada al estilo Graham: voz dulce e hipnótica, con melodías pop y bases oníricas de turbia inocencia que dieron paso, tras una despedida en catalán por parte de Nuria, al primero de los grupos representantes del país invitado de esta primera edición del She Is the Fest: Austria, con el dúo Leyya.
Pareja vienesa capaz de llevar el ambiente de ensueño pop creado por la Graham a un nivel orgánico y visceral. Tirando de bases electrónicas y de su particular visión experimental del dream pop, los austríacos desgranaron su “Spanish Disco” (Las Vegas Records, 2014) con una timidez en la puesta en escena que contrastaba visiblemente con la fuerza de sus argumentos sonoros. “Nuestro disco vuelve a casa”, bromeaba el dúo haciendo referencia al título de su trabajo, que presentaban en España por primera vez aquella noche.
Continuaba austríaca la tarde en Las Naves con Hella Comet, banda de etiquetas difusas y energía desbordante. Con ellos terminó la introspección sonora en el She Is the Fest y comenzó el ruidismo pop bailable extraído de “Wild Honey” (Noise Appeal Records, 2013). Descalza, despeinada y desatada, Lea (bajista y vocalista de la banda austríaca) no dejó de saltar, contonearse, correr y dejarse llevar por el escenario, mezclando el post-punk con el shoegaze y tirando de la visceralidad que les caracteriza.
Contraste palpable con las catalanas Les Sueques, dúo catalán que se presentaban en el escenario SON Estrella Galicia portando (por supuesto) una bandera de Suecia y ataviándose con un look futurista- kitsch de sendos y ajustadísimos monos azules y amarillos en simetría con sus pelucas, del mismo color. ¿Su forma de entrar en el escenario? Con dos hombres llevándolas en brazos como si de dos muñecas hinchables se tratara. Eso sí, el estatismo y la languidez les duró poco a las de Barcelona: “Terrorista” iniciaba una hora de punk-rock-lo-fi en la que no faltó siquiera un guiño a Ella Baila Sola inmerso en “Cor pelut”, single adelanto de su nuevo trabajo, “Educació física” (El Genio Equivocado, 2015).
Soledad Vélez recogía el testigo de las catalanas con la más larga e intensa de las actuaciones de la jornada en She’s the Fest, a la que ayudaba una puesta en escena de luces tenues, casi inexistentes, así como la presencia misteriosa e inquietante de la chilena afincada en Valencia. Siempre deseosa de innovar y nunca dispuesta a repetir caminos ya trazados, la Vélez sorprendió con una actuación más electrónica y con la puerta abierta a la experimentación. Un tema tras otro se iba sucediendo de la boca de Soledad, quien no perdía el tiempo con interlocuciones.
Y si Nuria Graham había puesto el sueño, Leyya la melancolía, Hella Comet la rabia, Les Sueques el ácido y Soledad Vélez la oscuridad, con Anni B. Sweet, última de la noche y cabeza de cartel de la jornada, llegaba la distensión. Con la banda tocando incluso antes de aparecer ella en el escenario, la malagueña se encargó de crear un ambiente alegre a pesar de la profundidad de sus letras gracias a una actuación dinámica y menos melancólica de lo que se le presupone a la autora de “Chasing Illusions” (Subterfuge Records, 2014). Con ella y su magnífico saber estar en el escenario, así como sus perezosos chistes, llegó el final de una noche que muchos se negaban a terminar.
Aún nos quedan dos días, pero el listón ya está bien alto.