“Os voy a contar mi filosofía de la música” les decía tranquilamente, sin levantar apenas la voz pero con enorme arrojo, el técnico de sonido de los SON Estudio, José María Rosillo, a los impetuosos chicos de The Parrots tras una infructuosa primera toma. Los chavales, cabizbajos, asentían y escuchaban las palabras del “capo” como si de un verdadero maestro se tratara. “Esto es rock&roll y para mí, el rock&roll es lo que es”. A buen entendedor, pocas palabras bastan. Llegaba la hora de ponerse las pilas, algo de lo que The Parrots sabe de sobra.
Horas antes, el joven trío de rock&surf, recientemente fichado por Burger Records y con un flamante nuevo EP a las espaldas, bautizado bajo el provocador título de “Weed for the Parrots” (Burger Records, 2015) se machacaban a base de ensayos y pruebas en el espacio Hawai de Drax Estudio. “Queremos grabarlo todo en una sola toma, limpia” comentaba Álex, el bajista. Los preliminares, en este caso, eran importantes.
“Dame más reverb” se escuchaba una y otra vez en la pecera regentada por Tortuga Pimienta, sobrenombre de Rosillo y fiel compañera acuática del ganador de varios premios Grammy Latino a la mejor producción musical. Los “loros” no terminaban de escucharse a su gusto y pedían más suciedad, más reverb, más feedback. Todo lo que fuera necesario para recrear fielmente ese ambiente sudoroso y salvaje del directo al que nos tienen acostumbrados: “Somos un grupo que nos encanta poner el reverb a tope y que cuando te fumes un cigarrillo de la risa, te meta en una buena paranoia”, nos comentaban los madrileños durante su entrevista en directo en Periscope. Rosillo, sin embargo, se andaba con tiento: “a mi me gusta grabar las cosas bien y luego estropearlas”.
Una combinación, la veteranía de Rosillo y el salvajismo de The Parrots, que se mostró muy pertinente a la hora de encarar la grabación del tema elegido por el grupo, “To People Who Showed Me Their Love While I Was Here”, larguísimo titular del single de su último EP, grabado esta vez con un detalle añadido: el rap. “Se nos ocurrió darle una vuelta de tuerca y hacer de ella una canción más rapera”, nos contaba el bajista. “Le va a dar todo el rollassso flow, ya tu sabeh”, remataba el guitarrista.
¿The Parrots metiendo rap en uno de sus temas? Los madrileños lo tenían claro: “Ojalá saquemos un disco de hip hop”, bromeaban. “Nosotros estamos en el hip hop desde hace tiempo, lo que pasa es que se nos da mejor la guitarra”. Raperos o no, lo cierto es que The Parrots se encontraban con más de una sorpresa a la hora de adaptar su single. Del rock&surf inicial, durante la grabación el género de los madrileños parecía transformarse en algo más «tipo Pink Floyd», alargando una canción de tres minutos a casi cinco. Cada toma era distinta y The Parrots también iban cambiando y se dejaban llevar por la vivencia SON Estudio hacia derroteros que no habrían imaginado. “Nosotros no hemos estado en tantos estudios. Ir a uno nuevo es siempre una experiencia”, nos explicaban.
Y así, toma a toma, los «loros» madrileños daban la vuelta a un tema que encontrará su cabida en el ecléctico vinilo perpetrado por SON EG Records. Todo, bajo la atenta mirada indiscreta de nuestro Periscope y sus seguidores en redes sociales. “Lo que más nos gusta es grabar todos juntos en directo, como un grupo, y que suene lo más posible a como suena en un concierto”. La impetuosidad de The Parrots se desarrollaba sin complejos en los SON Estudio, y el resultado, de seguro, hará contonearse a más de uno. Es el efecto rosillizado de The Parrots, quienes, tras la extenuante experiencia, se despedían de nosotros con una refrescante Estrella Galicia en la mano. ¡Salud!