Dos semanas recorriendo el país, miles de kilómetros bajo una ola de calor capaz de derretir el asfalto y una decena de conciertos hacen mella hasta en los tipos más duros. El entusiasmo, la juventud, la pasión por la música y el buen humor constante de Ryley Walker son los componentes de la energía que ha movido al artista norteamericano en una odisea hispánica que terminaba por todo lo alto en Madrid, ciudad que esperaba la última jornada del road trip que ha vivido el de Chicago y quizá el día más duro al que le tocaba enfrentarse. Por la mañana tenía que hacer frente a la grabación de un tema inédito e inspirado en su periplo español y entrada la noche le tocaba mostrar su magia al público de la capital.
El cansancio acumulado y las dificultades para conciliar el sueño bajo un sol de justicia se transformaron en “Sleepless Sketches”, el tema que Walker ha ido preparando durante días para grabar en el SON Estudio de forma inédita y que se publicará bajo SON EG Records. La canción, instrumental, hipnótica y tremendamente bella, muestra a Ryley Walker en todo su esplendor a la guitarra, sin ningún tipo de aditivo y con el encanto solitario de sus dedos deslizándose bajo el mástil en algo más de cinco minutos de éxtasis folk.
Cinco minutos. Ese fue el tiempo que el estadounidense necesitó para grabar “Sleepless Sketches”. Ni una sola prueba, ni otra toma para corregir posibles errores. Ryley Walker no acostumbra a cometerlos. Tras una pequeña siesta con la que reponer las energías suficientes para acometer la gesta, Walker se sentó como acostumbra, abrazando la guitarra como si fuera la última que quedase en la Tierra, tomó un trago de Estrella Galicia, agachó la cabeza y comenzó a tocar el tema como si fuese lo único que hubiese hecho en su vida. Un maestro con apenas 24 años que ha marcado el récord de grabación más rápida en SON Estudio. Tras el último acorde sonrió, dejó la guitarra en el suelo, bebió otro trago y sonrió como lo hacen los genios, sabiendo que era la toma perfecta y que no necesitaba ni escucharla. El resultado, en unos meses en forma de vinilo que muchos querrán guardar como tesoro. “Sleepless Sketches” no es para menos.