Tras cumplir una semana de la llegada de Ryley y del comienzo del #RyleyWalkerRoadTrip tocaba darse un pequeño homenaje. Una vez finalizada la pertinente cura de sueño, los tres peregrinos nos fuimos a comer con nuestro anfitrión gaditano, Jaime, de la banda Commonplaces.
La degustación de tortillitas de camarones, ortiguillas, papas aliñás y buen pescado cargó nuestras baterías para emprender la penúltima fecha de la gira. Una horita después y tras bromas surrealistas varias estábamos a los pies del Peñón, en La Línea de la Concepción.
Pistoles, el encargado de la Sala Soviet, nos esperaba para hacer una prueba de sonido rápida y llevarnos a cenar. Día completo de cata gastronómica cuya guinda fue puesta por una sala a rebosar. Un Ryley pletórico volvía a poner a sus pies a un público virgen. Confeccionando el set list sobre la marcha, como es costumbre, llevó al clímax a los espectadores, finalizando el recital con su visceral versión del «Fair Play» de Van Morrison. Sn duda alguna, un momentazo en cada uno de sus conciertos.
Después de tal derroche de energía, nos esperan dos días libres con escapada a Marruecos incluida.
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