El sexto día de la #RyleyWalkerRoadTrip se presentaba duro. Nueve horas de viaje con las correspondientes paradas para cruzar la Península de norte a sur, desde Galicia a la Isla de la Cartuja (Sevilla).
Antes de llegar al sur, tocó hacer parada técnica en un pueblecito castellano en donde Ryley no puedo evitar inmortalizarse al lado de una de los típicas señales que prohíben la venta ambulante y bromear, ya que un día antes podríamos haber montado el puesto de merchandising. El hambre nos cogió en la tierra de los embutidos: Salamanca. Sin embargo, los problemas de conexión de red y la mala fortuna desembocaron en el peor almuerzo de la gira, según nuestro experto en gastronomía Ryley.
Retomamos rumbo con el pesar en nuestros paladares, en compañía de buena música de carretera con el “Sweet Heart Of Rodeo” de The Byrds. Banda sonora perfecta para los campos de olivos que se erguían ante nuestra mirada avisándonos de que estábamos en el sur.
Llegamos al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, un entorno de lujo que contemplamos extasiados antes de encontrarnos con los amigos de la muy recomendable banda sevillana The Milkyway Express. Temperatura excepcional y éxito total de convocatoria: más de 600 personas disfrutando de la magia de Ryley Walker y el blues rock de la Milky, al aire libre con un cielo plagado de estrellas que inspirarían a Velázquez en el ciclo de Nocturama Sevilla.
La dureza de la jornada nos hizo reflexionar y finalmente nos batimos en retirada a los aposentos de Tony Picante, batería de la banda y anfitrión de lujo.
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