La segunda jornada del Festival do Norte amaneció prometedora. Ni rastro de las negras nubes de la noche anterior sobre el cielo de la Illa de Arousa y una intensa programación con muchas promesas de buena música en el aire.
Y lo cierto es que no defraudó. La programación de la tarde arrancaba en el Auditorio Rías Baixas de la mano de Cazador, una joven banda de sonido country rock llena de intensas reminiscencias americanas, que demostraron sobre el escenario no solo su buen hacer sino también su gran sentido del humor.
Un cuarteto con un fantástico sonido de folk americano revisitado con toques oscuros y cierta inspiración experimental que logró que sus temas fuesen cogiendo ritmo vertiginosa, volviéndose incluso frenéticos en ocasiones gracias a una percusión precisa y casi marcial.
Con su último tema lograron poner en pie al público, que los despidió con una enorme ovación. Así las cosas, el siguiente artista no parecía tenerlo fácil… pero lo logró.
Neil Halstead lleva desde los 90 cosechando buenas críticas, y no es casualidad. Es algo así como la reinvención del country folk con cierto toque innovador, algo que ha demostrado con creces tanto en sus tres discos en solitario como e su carrera anterior.
Íntimo y juguetón con el público, Halstead tenía claro que buscaba meterse en el bolsillo al repleto auditorio y jugó al despiste, bromando con lo temprano que era para un buen concierto de country –“aún es de día”- e incluso consultando a los presentes qué tema preferían oír, aunque sin duda fue su último trabajo, “Palindrome Hunches”, editado en 2012, el que más protagonismo ganó durante el directo.
Más de una hora de buen folk americano, suave y melódico, para abrir boca de cara a lo que se avecinaba: una noche llena de ritmo y baile en el Escenario SON Estrella Galicia.
Los encargados de inaugurarlo fueron Grupo de Expertos Solynieve con su sonido desenfadado, algo que solo podía ser un buen presagio.
J y Manu Ferrán hace casi una década de encontraron la fórmula mágica, y crearon un grupo con quien explotarla como debe ser. Su sonido, a caballo entre el folk y la innovación, llenó de buen rollo el recinto desde le primer minuto con los temas de “Colinas Bermejas”, su último trabajo, editado en 2014, salpicando el directo con sonatas de anteriores grabaciones, como su debut, “Alegato Meridional”.
Subieron al escenario coreados y acompañados de buena guitarra española de fondo y desplegaron “Reconquista de Granada” para encender a todos los presentes, que coreaban los temas.
Del pop al folk –patrio y ajeno, que alguna reminiscencia americana se dejó oir- Grupo de Expertos Solynieve saben cómo desgranar el sonido sin pretensiones pero convenciendo.
Letras comprometidas, disfrazadas de ironía y sencillez pero cargadas de simbología, acompañadas de guitarras potentes y mucho ritmo, con una batería constante y eficiente.
Su directo se convirtió en una mezcla exacta de reivindicación política –con referencia al referéndum griego incluida- y bailes despreocupados.
Con el público situado ya en todo lo alto tras la puesta en escena de Grupo de Expertos Solynieve llegó el turno de Perro. Los murcianos, que acaban de estrenar su primer LP, “Tiene Bacalao, Tiene Melodía”, han logrado hacerse un nombre en el indie patrio por derecho propio a base de constancia y trabajo bien hecho.
A caballo entre TAB y Disco Las Palmeras! pero con un sello personal e intransferible, Perro subieron al escenario dispuestos a convencer y lo hicieron.
Los siguientes protagonistas de la noche regresaban a España tres 3 años de ausencia. Other Lives volvían a tierras patrias después de haber teloneado a Radiohead y con el apadrinamiento de Bon Iver.
Su paso por el Festival do Norte sirvió a la banda para mostrar parte de “Rituals”, su último trabajo discográfico, recién editado. Aunque el concierto se vio mermado por problemas técnicos y sólo pudieron desgranar algunos temas, convencieron, y mucho. Y como compensación regalaron al público una maravillosa versión de “Something in the way” de Nirvana para despedirse.
Tras Other Lives llegaba el considerado plato fuerte de la noche. Los bacerloneses Dorian subían al escenario a repasar 10 años de carrera, y lo hacían recordando que, precisamente hace 10 años, disfrutaban de su primer festival como artistas: el Festival do Norte.
Con un nuevo trabajo bajo el brazo –“Diez años y un día”- su sonido pop revisitado logró convencer al público, entregado de antemano con himnos como “A cualquier otra parte«. La banda terminaba su directo, imparable y sin descanso, con “Todo lo que siento por ti”, coreada por todo el público, y mostrando a los presentes la tarta de cumpleaños que la organización les regaló.
Se acercaba la recta final del festival pero el público demandaba más baile. Y Hércules and Love Affaire se los proporcionaron.
El alter ego de Andrew Butler es el perfecto ejemplo de que el revival bien entendido es siempre un acierto, y por eso, inspirándose e n la mejor música disco del New York de los 70 y 80, aquella que dejaba sin aliento la pista del Studio 54, han creado un estilo propio capaz de arrancar bailes al espectador más soso.
Bromeando con los espectadores explicando que preferían estar ahí que en Ibiza, fueron levantando la noche con una performance inigualable, incluyendo el “Cumpleaños Feliz” a uno de los suyos y un aclamadísimo bis que demoró la salida a escena de los Djs finales.
Sí, se hicieron esperar, pero valió la pena. Amable Dj y Viktor Ollé no suelen ser compañeros de platos pero sí son amigos, y en la noche final del Festival do Norte unieron fuerzas y talentos para crear una sesión irrefrenable, dispuestos a llevar a los presentes hasta el amanecer con una única regla: si no es bailable, no vale.
Y así finaliza el Festival do Norte de quien el año que viene recogerá el testigo el Atlantic Fest que se celebrará el 1,2 y 3 de julio en la Illa de Arousa.