25 de mayo de 2015, pistoletazo de salida de SON Estudio. Una iniciativa que dará mucho que hablar… y que escuchar. Concretamente, 20 temas inéditos en un año, 10 vinilos con 2 canciones cada uno que publicará SON EG Records en una edición limitada de 500 copias. Los asturianos Pablo Und Destruktion -compartiran vinilo con los madrileños Modelo de Respuesta Polar– han inaugurado estas exclusivas grabaciones en Madrid de la mano de un histórico ingeniero de sonido y productor español: José María Rosillo. Lujazo.
Una canción, una jornada: en menos de diez horas -incluida una para comer- todo listo. Se busca frescura. Chispa. Ayuda mucho que el quinteto asturiano aterrice en el estudio con los deberes hechos: perfectamente definida y ensayada está ya su «Extranjera», esa canción que Pablo (García, alias Und Destruktion) escribió pensando en la mujer por la que se fue a vivir a Berlín durante la friolera de… quince días.
Y «Extranjera» es además una muestra perfecta de ese folk-indie-noise-rock (o algo así) incendiario y romántico que practica Pablo Und Destruktion, traducido ya en tres discos (enormes el recién estrenado «Vigorexia emocional» y el anterior «Sangrín», de 2014). Pablo ya la metió -en versión embrionaria, muy diferente- dentro de su debut, «Animal con parachoques» (2012). Ahora ha querido regrabarla con «La Tribu del Trueno»; a la sazón, sus cuatro compañeros: Javier Bejarano en la misteriosa guitarkua (sic), Dani Donkeyboy a la guitarra sin más, Pablo Pravia a cargo de la batería y José Rilla con bajo y teclados.
Arrancan a las 10 de la mañana. Tras las pruebas, encajes de equipo, colocación de micrófonos y otros prolegómenos, la banda ejecuta en directo -tocando todos a la vez en el coqueto estudio, forrado de madera- lo que será la base de la grabación definitiva. Sólo queda añadir la guitarra con delay o el teclado perfecto, volver a grabar la voz o sumar retoques antes de la mezcla definitiva, a eso de las 8 de la tarde. La jornada discurre placenteramente entre «ese fuzz me suena demasiado agudo«, «cerdea bien esa guitarra», «vamos a jugar, que para eso somos jóvenes» o «entra con el Sol y luego vete al Re». No parecen mentir -ni grupo ni productor- cuando confiesan que el trabajo ha sido fluido y fácil.
En el surco del vinilo, pues, descubriremos finalmente a esa «Extranjera»; pero entre las paredes del estudio quedarán encerrados para siempre los secretos de la atronadora guitarra de tres cuerdas, los «juguetitos» del Señor Rosillo o el piano de cola blanco «a lo Imagine».