Carmen Boza se subirá al escenario SON Estrella Galicia de la Sala Porta Caeli Valladolid el 30 de abril y el 1 de mayo hará lo propio en la Sala Mardi Gras.
Boza (Julio de 1987) empezó a tocar la guitarra hace diez años, como quien se tropieza y curiosea, reconociéndose. Por eso, un tiempo después, abrió un canal en youtube donde sólo se veían sus manos y a veces su boca, pero siempre su guitarra.
Al principio llegaron las versiones, pero el tiempo la fue tentando con sus maneras y aparecieron sus primeras canciones. Canciones que comenzaron a viajar por internet sin depender casi de ella, canciones a veces susurradas que colonizaron las redes y despertaron la curiosidad de muchos oyentes. El siguiente paso lógico era que de ahí pasase a los escenarios, donde el público se sentía partícipe del espectáculo porque ponía ojos y cuerpo a las manos que conocía de tanto haberlas visto en blanco y negro en la pantalla. Había conexión.
Durante la gira de tres años por todo el territorio nacional, totalmente independiente, alimentada por el boca a boca y la fidelidad de sus fans, Boza pudo mostrar a su público el sonido más puro de la guitarra que parecía ser compañía más que suficiente para conseguir que sus temas vibrasen con sinceridad en los locales.
Las personas que escuchaban se sentían protagonistas, las letras contaban sus propias historias, les permitían regodearse como seres únicos.
Lapislázuli (2011) y Rollitos de primavera (2012) fueron la esperada recompensa de sus oyentes, que pudieron hacerse con demos únicas que Boza publicó sirviéndose de las ventajas que ofrecían las redes sociales.
Su música ha ido evolucionando, madurando, encontrando nuevas formas, reinventándose y creciendo en abstracción, en frases contundentes que dan voz a sentimientos y experiencias de mayor profundidad; y con el ritmo del movimiento han ido evolucionando también sus fans, que se mantienen fieles a pesar del paso de los años. Esto lo ha demostrado, especialmente, el crowdfounding que Boza se decidió a lanzar en 2014 para financiar “La mansión de los espejos”, su primer disco de estudio.
El día del lanzamiento de la campaña, en menos de doce horas, había conseguido el presupuesto inicial de 12.000 €; cuarenta días después, el apoyo de sus seguidores más devotos fue aplastante, 893 mecenas confiaron a ciegas en el proyecto de Boza, llegando a reunir más de 25000 € para financiar una edición especial en VINILO + CD exclusiva para ellos.
Con unas letras más metafóricas e introspectivas, “La mansión de los
espejos”, producido por Toni Brunet, es una propuesta elegante, salvaje y delicada, cuidada en las texturas y los ambientes, potente en la guitarra y eléctrica en la voz de Boza que lucha consigo misma, como lo hace en directo, para hacer de la vida eco y del eco música.