El año que viene podremos disfrutar de Matthew E. White en el escenario SON Estrella Galicia de Café & Pop Torgal (8/4) y Teatro Lara (9/4) en dos noches únicas .
El primero de ellos en solitario y el madrileño con banda. Vamos con las presentaciones: cuando hablamos de Matthew E. White nos referimos a alguien a quien la inspiración le llega directamente de aquellos discos de Motown, Stax y Atlantic, así como de una formación jazzística´que le hace inventarse conspiraciones para meter arreglos a cualquier suspiro. Psicodelia con alma y psicodelia de cámara. Admiración por Randy Newman y ecos del sur estadounidense. Lo sumamos todo. La etiqueta resultante: pongamos que hablamos de soul etéreo, pero con cuerpo. El año pasado se publicó su debut discográfico, “Big Inner”, y sus conciertos de presentación, acompañado de su banda, a la que llama Spacebomb, lograron trascender los circuitos restringidos.
El primer gran golpe tuvo lugar en octubre de 2012, cuando Matthew hizo arquear las cejas a quienes lo disfrutaron en el festival CMJ de Nueva York. Se convirtió en carne de connoisseurs. ¿Por qué tanto impacto? Pues, por ejemplo, por cómo logra que su voz, que suena como si Justin Vernon (Bon Iver) quisiera cantar como Bill Callahan, o viceversa, haga malabarismos entre la oscuridad y la luz de sus letras. Segundo ejemplo: esa delicadeza con la que mece sus canciones, impecablemente acabadas hasta en detalles de apariencia intrascendente, con una elegante brisa retro que se salta los lugares comunes de los neo-clásicos rockeros y acaba en la humareda de Al Green.
Este octubre ha sido reeditado “Big Inner” (su demanda crece a fuego lento, pero no para), acompañado de un EP con cinco canciones nuevas que continúan con la grandeza de su debut pero abarcan más territorio, con un White capaz de pasar del funk psicodélico a un groove con fuzz a lo Wooden Shjips y hacerlo sin descarrilar. Muy crack.